Podríamos
tratar de olvidarnos, pero sabes que es imposible. Quizás una lágrima
mía te haría recapacitar sobre tus actos pero no lo creo, tampoco lo
necesito, no me hace falta tu piedad. Podríamos intentar hacer como si
nada, pero sabes que para mí lo sigues siendo todo. Podríamos odiarnos,
pero sé que nos haría mucho daño a los dos. Solo un poco más del que
siento ahora. Es como si algo que hacía que todas las piezas encajaran
se haya roto, como si los cimientos que habían formado parte de mi
corazón se cayeran por arte de magia, tu el mago, claro está. Lo que
necesito ahora mismo es un chute de adrenalina, hacer idioteces para
olvidarte, no te quiero más. Miento, si que lo hago, como a nadie, pero
no debería hacerlo. Por eso voy a salir, beber, soltar todas mis penas,
llorar, saltar, reír como nunca, bailar bajo la lluvia, gritar, correr,
ligar, cantar. Voy a hacer todo lo que no he echo nunca como si fuera el
fin del mundo. Sin miedo al que dirán, o al que pensarás tú. Voy a ser
la persona más feliz del mundo, sí, por encima de ti. Y lo sé, lo voy a
conseguir porque cada cosa que me propongo la cumplo, como cuando un día
me propuse conseguir tu amor, y lo hice, te demostré de lo que soy
capaz. Te demostré que soy fuerte, mucho más fuerte que cualquier
huracán. Y ahora voy a serlo, voy a arrasar con el mundo. Sé que puedo,
sé que lo conseguiré. Y no te molestes en volver cuando veas que ya no
me tienes, has jugado con fuego, y él que juega con fuego, se quema. Que
te vaya bien en tu vida, de maravilla, es más, te deseo lo mejor. Pero
tranquilo, no hace falta que tu me lo desees, me sobro y me basto yo
sola para afrontar mi dolor, porque cojo un puñado de sonrisas y lo
tumbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario