viernes, 7 de septiembre de 2012

Odio los domingos y me encantan los sábados. Por las mañanas soy odiosa pero por las tardes puedo ser encantadora. Tengo miradas que espantan y sonrisas que emboban. Para mi es blanco o negro el gris no existe. O te quiero o te odio. O me da igual o todo me afecta. O algo me gusta o no puedo ni verlo. Hago lo que quiero y cuando quiero. Tengo por costumbre soñar despierta todas las noches. Cambio cada dos por tres de opinión. Odio las películas largas. Soy de las que piensa que los sábados son para emborracharse y disfrutar, y que los domingos son para los arrepentimientos. No se controlarme cuando bebo. Soy de las que aprovecha cada segundo de vida, ya que puede ser demasiado corta. Soy de las que prefiere un beso sincero que mil te quiero fingidos. Soy muy orgullosa y me callo muchas cosas que me gustaría decir. Cojo cariño fácilmente a las personas aunque ni lo diga ni lo demuestre. Tengo mis más y mis menos. Odio que me hagan callar. No creo en los amuletos, ni en las promesas, ni en las supersticiones.

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